LA PUBERTAD
La diferenciación sexual entre niños y niñas está marcada por dos etapas fundamentales de desarrollo: una durante la vida fetal (antes de nacer, en el vientre de la madre) y otra durante la pubertad. El desarrollo completo de los órganos genitales masculinos o femeninos tiene lugar entre el primero y el quinto mes de embarazo, debido a la influencia de las hormonas sexuales que produce el feto. Estas hormonas sexuales permanecen poco activas durante toda la infancia, hasta el momento en que se inicia la pubertad, cuando se producen en grandes cantidades y dan lugar a los cambios en el cuerpo del niño o de la niña. De esta forma, adquieren las funciones sexuales propias de la edad adulta, convirtiéndose en hombres y mujeres capaces de tener relaciones sexuales y de reproducirse (tener hijos).
El control hormonal de la pubertad y de la sexualidad está localizado en el cerebro, en dos estructuras denominadas hipotálamo e hipófisis. Estas son las responsables de la función de los órganos sexuales internos masculinos (testículos) y femeninos (ovarios). Estos órganos sexuales son los que producen las hormonas masculinas (andrógenos) y femeninas (estrógenos), directamente implicadas en la maduración sexual y, posteriormente, en la función sexual y reproductora.
HOMBRES Y MUJERES
Persona y sociedad
Diferencia o desigualdad
DESARROLLO SEXUAL
Vivir con los demás
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