La sexualidad y el juego

La búsqueda del placer es un deseo natural que se inicia en la más tierna infancia. El recién nacido experimenta la sensación de placer a través de la boca, y para él alimentarse significa también satisfacer el fuerte deseo de chupar. También le resulta agradable que le acaricien, que le laven y le den masajes, o que le tengan en brazos. Al cabo de unos meses, el niño descubre el placer de explorar su propio cuerpo, y esto mismo se repite durante la pubertad.

Nuestro cuerpo se comunica con nosotros, y a través de la piel recibimos las señales de placer. Aprender a conocer las sensaciones agradables y a descubrir las emociones que nos proporciona nuestro cuerpo son pasos importantes hacia unas relaciones sexuales satisfactorias

A la vez, el niño, y después el adolescente, descubren la alegría de la expresión mediante gestos, miradas, actitudes y contactos. Cada persona y cada sexo tienen una forma de expresar afecto con su cuerpo. De este modo se descubre el lenguaje común que exige la sexualidad.

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